Estuve tratando de hacer un análisis decente para tener una buena presentación, pero por mas intentos que hice no lo logré porque jamás he tenido un análisis decente en la vida, todos los que he intentando van cargados de algo de mi enojo y un poco de mi amargura; por eso este no podría ser un análisis distinto.
Hace ya casi un año, para ser preciso el 3 de diciembre de 2011, Enrique Peña Nieto nos demostró “el nivel de estadista” que tiene, nos dejó ver al Enrique de todos los lunes en la mañana, al que no es capaz de rescatarse a si mismo de un ridículo monumental, hoy a casi un año de distancia nos da una prueba de lo que serán los próximos 6 años, ha quedado atrás la FIL de Guadalajara del año pasado, ahora vivimos la manifestación del poder y la experiencia acumulados durante años y ahora mas que nunca con sed de revancha.
Las calles cercanas y no tan cercanas al H. congreso de la Unión, están sitiadas por elementos del estado mayor presidencial, se ha vuelto una fortaleza protegida con muros metálicos de mas de 3 metros de altura. Ese es un escenario digno para recibir a un presidente lleno de temor, manipulable y manipulado por los poderosos, un presidente de televisión y telenovela.
Resulta que el Sábado estrenaremos (o no, todavía quedan cosas por hacer) nuevo presidente, a pesar de las pruebas presentadas, a pesar de las personas defraudadas, a pesar de los pesares el PRI está de regreso. Y faltan muchísimas historias sin contar.
Esta será una publicación que intenta llevar “La Crónica de una vida sin vivir”.