De justitia, et alia absurda (De Justicia y otros absurdos)

11/27/2013


Muy temprano revisó los periódicos con el café traído de África ( Etíope o Yemení, no logra ya distinguirlos), revisando las hojas y los reportajes una sonrisa leve se insinúa en su rostro, y  con calma termina el desayuno.

Volvió a la habitación porque el baño de burbujas con aromatizantes orientales esperaba ya por él. Lejos quedaron los recuerdos de su cuñado José  Francisco y lejos el recuerdo del  juramento que hizo para encontrar a los asesinos, lejos, muy lejos están las salidas a escondidas que lo llenaban de adrenalina y desde luego mucho mas lejos quedó ya, la Finca del encanto.

Hoy muy temprano durante el baño, un suspiro vago se escapó de sus pulmones, ¿Cuántos años han pasado? ¿Cuántos desde que la CONASUPO dejó de ser utopía?, ¿Cuántos años después de Suiza, después de Almoloya?, ¿Cómo se llamaba el Chalet aquel?, nunca fue buen para recordar detalles como ese.

El conocía la noticia hace semanas, tal vez meses, y se mantuvo así, esperando.

Por la tarde escuchó voces, llamadas, sonrisas que dejan de ser silenciosas y su estruendo se parece a una carcajada, tu sabes de lo que hablo muchas veces te he escuchado sonreír igual. Raúl estuvo serio toda la mañana como pensando, como recordando, como contando los días, como supervisando el momento.

Los diarios vespertinos no se lanzaron contra él, mas bien solo dieron cuenta de lo que ya se sabía pero nadie quería mencionar, solo dieron fe de la eficacia de la justicia, porque aunque no lo creas la justicia aún existe,  nos costó trabajo entender la diferencia entre  detener la injusticia y hacer justicia, pero lo entendimos.

Ni siquiera en las noches en Almoloya sintió tanto frío,como esta mañana, pero está vez era diferente porque es la emoción de recuperar lo robado (lo que le habían robado) la que lo hizo temblar de frío. ¡En hora buena Raúl, en hora buena!, le dicen una y otra vez por teléfono y él agradece sinceramente una y otra vez.

Lejos de ahí, Alfredo despertó a las 5 am, no hay café, no hay burbujas, mucho menos alguien que le sonría al amanecer. Alfredo siempre fuma dos cigarros como desayuno y sale de su lugar. Yo no sé a donde va, pero siempre vuelve a las 8, siempre de malhumor y siempre fumando la cena.

Alfredo estuvo preso 14 años, tampoco sé que hizo, tampoco cuenta nada. Su hija Lorena, se fue hace tres años con un novio que tenía intenciones de irse para el otro lado, ya no volvió a saber de ellos. Hoy por la tarde Alfredo escuchó la noticia de Raúl …. hoy por la tarde lo vi sonreír,

¡que poca madre! ¿no carnal?, ni pedo así es la justicia.

apraulsalinas2

 

 

 

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