Dicen que el tiempo cura las heridas,
y que no hay mal que llegue a cien años.
Dicen que ya estas descansando,
que ya no hay dolor que te despierte.
Dicen que las oleadas de balas ya no te tocaron y que es mejor así,
porque también dicen los que te conocen que tu no te querías morir.
Por ahí dicen que te han visto rondar los senderos de la cancha de pumas,
te imagino huyendo rumbo a tu sueño, jugando al fútbol.
Tiene casi trece años que le llegaste, que te ausentaste, no sales ni a la banca,
dicen que algunos todavía te esperan, con tu sonrisa de galán de novela, con tu carisma conquistador de tempestades.
Me dijo tu primo que aún en las noches, no todas, siente tu ausencia, dice que vienes y mueves las redes con goles, que fallas y vuelves a casa deprisa.
Dicen, o no dicen, en fin lo imagino.
¿sabías que no hablo con muertos,
que me niego a rezarte en tu nicho,
a creer que no eres una tormenta en el golfo,
un huracán en Haití,
un mosquito zumbando en mi oído?,
pero eres mi amigo y aún estás vivo.
“MIENTRAS MAS PASA EL TIEMPO MAS TE EXTRAÑO RODRIGO”.
