No hay mal que dure cien años

4/18/2014



Como todas las cosas esta también pudo ser diferente:

Si hubiera llegado mas tarde,
Si Paco no hubiera ido ese día a la prepa,
Si Laura …
¡ah!, Si Laura me hubiera hecho caso, todo habría sido distinto.
Pero como todas las cosas está tampoco fue diferente.

Aquella tarde fue la primera vez que escuché sobre él. Una tarde llegó elaborando maldiciones, desenredando los recuerdos, interpretando las mariposas y el camino de sangre que no se detenía. Aldo, que en aquellos días era conocido como Paco, trajo toda esa confusión y alboroto a colación. Y como no podía ser de otra manera me dijo: a ver, pinche Tlapale, lee este libro, si logras terminarlo sin confundirte diré siempre que eres Cabrón. o algo así.

Pasé tres días leyendo, durmiendo poco, soñando con remedios, con Macondo. Tardé un par de días mas en digerir el final, en aceptar que había terminado, no más Arcadios, ni Aurelianos. No mas Melquiades, ya no Úrsula. Pero todos se iban a quedar para siempre.

Gabriel García Márquez había desvanecido el velo, le dio nombre a las cosas porque antes de él, solo las señalábamos con el dedo. Con Don Gabriel, como tiempo después le terminé diciendo,se volvió a los diccionarios para reconocer palabras que por no usarlas se habían vuelto extrañas.

Después de leer cien años,llegaron los demás, y de pronto, agotado de leer y releer cosas que parecían tan iguales, con el mismo ritmo, con la misma nostalgia. Me encontré con la Crónica y con Ojos de perro Azul y volvió a cambiar el entendimiento de la narrativa, de la inventiva de situaciones, de la alegría por escribir.

No quiero expresar falsa tristeza, tampoco quiero ser uno mas  de sus Groovessss, pero es verdadera mi aflicción, perder a Don Gabriel es mas que solo dejar de ver a un amigo para siempre, es dejar de ver a un mentor, que sin saberlo cambió mi sentido crítico y le dio un tono mas cotidiano.

Cada que me encuentre  en el Onírico mundo le diré a todos,

ojos de perro azul,
escribiré en las calles, en las ventanas, ojos de perro azul. Algún día nos encontraremos.

Cada que me pregunten por una recomendación de libro, me negaré a recomendar uno de Don Gabriel, porque cada quien lo debe descubrir de una manera memorable.

 

Porque los genios condenados a cien años de soledad merecen todas las segundas oportunidades sobre la tierra.

PD. ¡chinga tu madre Gabriel!

ESPAÑA GARCÍA MÁRQUEZ

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