El espejo sube en dos patas, camina y regresa hasta reconocerte, inexplicablemente se ha enamorado de ti, te sientes halagada, orgullosa incluso te inquieta un poco. No sabes por qué un objeto que parecía inanimado ha puesto su interés más puro en ti. Te preguntas entonces ¿Por qué? ¿Será que las personas estamos…? Sin embargo antes de terminar recibes la respuesta de súbito como una representación absurda y obvia. ¡Claro! No lo habías notado pero se ha roto el umbral entre los seres biológicos y sus creaciones.
Ya no te importa de quién o que recibirás amor, es tan escaso en estos tiempos que no se debe escatimar de donde proviene su obtención.
Estás un poco asustada no sabes cómo debes comportarte, que debes hacer para no asustarlo. No quieres que se vaya, que se decepcione, que te olvide o que vea a alguien por quien te pueda desplazar. Decides quedarte callada, inmóvil, dejas que te vea. Él se acerca…
